En otras ocasiones os hemos explicado cómo son los procesos de producción de algunos de nuestros productos como los fritos de Croquellanas o el cocinado y preparación de las croquetas morellanas.
Hoy os queremos mostrar cómo preparamos nuestros robellones en aceite desde que llegan a nuestras cocinas hasta que se sirven en el plato.
Con el objetivo de que estas setas del interior de Castellón se mantengan lo más naturales posible y podáis degustar su intenso sabor y olor a tierra, intentamos manipularlas al mínimo.
Proceso de producción del robellón en aceite
- Tal y como recibimos las cajas de níscalos, los limpiamos al detalle, eliminando tierra, hojas y restos de suciedad.
- Seguidamente, realizamos un proceso exclusivo en nuestras cocinas en el que el robellón queda perfecto y dispuesto a ser envasado.
- A continuación, los introducimos, uno por uno dentro de los tarros de cristal. Inicialmente, intentamos colocarlos enteros pero si son muy grandes los cortamos por la mitad.
- Tras rellenar los tarros, cubrimos los robellones con aceite vegetal y sal y los autoclavamos con el fin de alargar su consumo preferente hasta un año.
- Por último, limpiamos los tarros, los etiquetamos, los encajamos y se distribuyen a todos nuestros clientes de hostelería y negocios de alimentación gourmet.
Como véis, el proceso es muy cuidadoso y poco invasivo, para que podáis sentir en el paladar el sabor del robellón lo más natural posible.
Podéis comerlo directamente con algo de aliño, salteado con ajo y perejil o incluirlo en cocinados como parte de platos más elaborados. Recordad que su consumo preferente una vez abierto es de una semana.
¿Os interesa realizar una degustación de los robellones en aceite para vuestro establecimiento? Podéis escribirnos a info@croquellanas.com con vuestros datos y os contactaremos para establecer una cita.