¿Quiénes somos?
Somos gente del Maestrazgo, una tierra donde el silencio revela historias y tradiciones. Ese silencio, voz implacable de los montes, moldea el carácter de quienes han aprendido a valorar el fruto del esfuerzo y el trabajo rural.
Dominamos el arte de distinguir la textura de nuestras setas, el inconfundible aroma de nuestras trufas y la intensidad de carnes, ya sea fruto de la caza o de la ganadería, prácticas ancestrales que hemos elevado a auténtica forma de arte.
¿Qué hacemos?
Estamos habituados a contemplar el lento devenir de la naturaleza a través de sus estaciones. En la aridez de nuestra tierra se ocultan tesoros: trufas en los carrascales, variedades micológicas en los pinares y huertas que florecen donde hay agua.
Hemos perfeccionado el arte de conservar alimentos en su punto óptimo, garantizando su disfrute durante todo el año.
¿Qué ofrecemos?
No hemos podido resistir a la tentación de poner estos frutos a disposición del que los aprecie, y esto es lo que ofrecemos, porque nuestros productos son el resultado del trabajo de seleccionar y tratar artesanalmente los alimentos de nuestra tierra para que lleguen al consumidor en su estado óptimo.
En definitiva, el resultado de un arte que se ha trasmitido de padres a hijos, que pone en manos de nuestros clientes los mejores frutos de una tierra tan cercana y a la vez tan desconocida como es el Maestrazgo.
Nuestros orígenes...
Todas las recetas para elaborar nuestros productos nos las ha facilitado la familia ADELL. El restaurante casa Pere abrió sus puertas en 1905. Las recetas originales eran de Pilar Bonet que las transmitió a Asunción Carceller y ésta a su vez a su hijo Pere Adell.
Todos nuestros productos mantienen el sello inconfundible de la cocina de la abuela Pilar. Productos Adell, a través de un gran equipo humano, no solo ha mantenido la originalidad de estas recetas, sino que las ha adaptado a los tiempos actuales.
En definitiva, el resultado de un arte que se ha trasmitido de padres a hijos, que pone en manos de nuestros clientes los mejores frutos de una tierra tan cercana y a la vez tan desconocida como es el Maestrazgo.
